«Durante mucho tiempo creímos que las primeras fotografías de exteriores conservadas que se habían realizado en suelo almeriense eran las que Charles Clifford, el fotógrafo de Isabel II, captó el 20 de octubre de 1862 durante la visita oficial de la soberana a la capital. El galés inmortalizó entonces el «Pabellón de Esparto», una construcción efímera concebida para la ocasión, y una panorámica de la ciudad desde el oeste. Esta primacía se la arrebató la vista estereóscópica de nuestro monumento más emblemático que aquí reproducimos. Es la Alcazaba en una instantánea que pudo tomarse hacia 1853-1857 cuyo original se conserva en el Rijksmuseum de Amsterdam. Podría haber sido Hans quien la capturase, ya que sabemos que hacia 1855 estuvo en la ciudad y realizó una colección de imágenes estereoscópicas. Pero ¿qué es una estereoscópica? Pues, como podéis comprobar echando un vistazo a la que ilustra esta entrada, un cartón rectangular sobre el que se han adherido dos imágenes a la albúmina casi idénticas, aunque si nos fijamos una presenta una ligera desviación de la perspectiva con respecto a la otra, lo que posibilitaba mediante la mediación de un visor o estereóscopo, apreciar la profundidad, es decir, permitía visualizarla en tres dimensiones, todo un adelanto para aquellos años centrales del siglo XIX»
Enrique Fernández Bolea